Por Lucas Doroñuk – Historiador y comunicador
Naturaleza, historia, riqueza cultural, diversidad y buena gente, son los ingredientes que distinguen al turismo misionero y que, a la vez, son cuestiones reconocidas internacionalmente. Las claves del posicionamiento mundial de Misiones tiene como uno de sus puntos distinguidos al turismo, que además transforman a la tierra colorada en un oasis, digno de ser vidriera en el amplio espectro económico.
Las cataratas de Iguazú son, indiscutiblemente, los atractivos mayores. Es esa vedette que acapara todas las miradas y que combina a la perfección, los valores potenciales de Misiones. Enquistada en un Parque Nacional y abrazada por las fronteras, mantiene el espíritu vivo de la esencia de nuestros antepasados, conjugando un desarrollo urbano paulatino, que busca darle un refresh cada vez más internacional.
Sin embargo, paralelamente, a las cataratas y a otros atractivos naturales de vital importancia para la provincia, la historia se abre paso. Enormes restos de un pasado jesuita se erigen en las ex reducciones, abiertas al público y exponiendo un momento de quiebre en la historia americana: el encuentro y disyuntiva entre europeos y originarios. De acuerdo a los últimos, un atractivo que seduce a cuanto norteamericano, europeo o asiático que arriba a Misiones es el hecho de inmiscuirse en la cosmovisión de loa pueblos de origen que han habitado la tierra sin mal. El astroturismo, la lengua guaraní, las leyendas de antaño y la siempre bien recibida gastronomía de origen son pilares del turismo internacional para la tierra colorada.
Asimismo, el crecimiento exponencial de su capital (Posadas) en los últimos años, ha logrado ofrecer otra oferta para el extranjero que transita la tierra sin mal. Posadas tiene una “noche” considerable, con propuesta gastronómica y bares de variados gustos, sumados a una ciudad de planificación futura, con espacios verdes y puesta en valor de sitios históricos.
Estos tres pilares del turismo misionero son fundamentales. Se trata de una provincia que tranquiliza a un agitado neoyorkino, que moviliza a los vanguardistas de Francia y obnubila a los chinos, a miles de kilómetros de su tierra. Y es que también ofrece, en una parcela relativamente pequeña de tierra, experiencias que distintos países no pueden tener. Estados Unidos y Canadá tienen a las cataratas del Niágara, aunque son sitios en donde sus pueblos originarios fueron invisibilizados. Gran cantidad de comunas africanas ofrecen una experiencia de cercanía con las comunidades milenarias, pero con crisis humanitarias tan grandes que ponen en tela de juicio a esos Estados. Europa, por su parte, desborda de historia pero a costas del colonialismo.
Los museos europeos están repletos de obras y fragmentos extraídos de países periféricos. Misiones tiene todo junto: naturaleza, historia, cultura originaria y desarrollo urbano. Misiones es la verdadera perla del turismo mundial.