Por culpa de una dirigencia radical que se construye sobre el odio, el partido centenario misionero sigue desintegrándose

  • Por Lic. Emilia Guevara*


Por culpa de una dirigencia radical que se construye sobre el odio, el partido centenario misionero sigue desintegrándose y empujando a que afiliados y militantes se incorporen al misionerismo en busca del valor de la palabra empeñada.


Con la incorporación a la nueva juventud radical Misionerista, la ex vicepresidenta Karen Talavera y el ex secretario Hugo Duarte y, después de haber perdido las elecciones de la Cooperativa Eléctrica de Eldorado, el desintegro se profundiza en la Tierra sin Mal.


Según las propias palabras de Karen Talavera, su partido siempre los ha limitado, no existe voluntad para contener a los que trabajan mano a mano con la comunidad. No encuentran respuestas ni soluciones en su partido y toman la decisión intransigente de girar el volante lo más lejos posible de referentes que prefieren juntarse en un bar a alimentar su narcisismo y no a pensar en la tierra colorada.


Los últimos casos siguen dando cuenta de que, pese a lo que venden en las redes sociales, su único propósito es llegar a los misioneros con el voto en mano y promesas vacías. Así, Arjol y Gustavo González, hicieron acusaciones por demás violentas e infundadas sobre las decisiones libres de jóvenes que quieren trabajar guiados por sus convicciones. Aparentemente, solo les importa quedar bien parados en las próximas elecciones nacionales para profundizar y sembrar en nuestra provincia una grieta que crece en el centralismo porteño.


* Licenciada en Periodismo (USAL) – Maestrando en Gobierno (UBA)

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